Gaspare Campari |
Como su éxito no fue inmediato, Gaspare debió mudarse a Milán para encontrar un sólido mercado en el cual inyectar aquel prometedor líquido. En el “Caffè Campari” de aquella ciudad se dieron cita políticos, músicos, actores y una burguesía intelectual que fue desparramando la buena fama de la bebida por toda Italia. La unificación política del territorio quizás ayudó a esa masificación. Después de todo, el “Risorgimiento”, tenía lugar también en los sentidos.
Camparino in Galleria |
Cierta mitología rodea la coloración del líquido. Se creía que el color rojizo era obtenido al rallar caparazón de tortuga. Hoy sabemos que se obtiene del Dactylopius coccus, un insecto ideal para los tintes. Sin embargo, sedientos en historias poco documentadas, algunos creen que el trago “Garibaldi” adquiere su nombre precisamente por una cuestión cromática al mezclar el rojo del clásico traje de Giuseppe y el naranja, por el producto típicamente siciliano, tierra que él liberó. A caballo del mito y la verdad, el Campari sella nuestro pacto secreto entre nosotros y el siglo XIX.
Trago Garibaldi |
ESCUCHAR (minuto 21:31)
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