viernes, 4 de abril de 2014

Gran separador "La economía en Star Trek", en la voz de Francisco


Mucho se ha escrito y discutido sobre sistemas económicos del pasado pero poco se ha escrito sobre la economía del futuro. Esto es, claro está, área de la ciencia ficción.
En la serie y películas de Star Trek (Viaje a las Estrellas) se plantea un futuro en el cual la humanidad ya no se preocupa por la satisfacción de las necesidades básicas, las cuales tiene aseguradas, ni por la acumulación de riqueza, sino por alcanzar fines más elevados: la paz, la exploración, el conocimiento ¿Cómo lo lograron los hombres del siglo 23?
A pesar de que los más variados aspectos del universo de Star Trek están abundantemente documentados, no sucede lo mismo con su economía. Es por eso que los trekkies, fanáticos de la serie, deben analizar cada episodio y película de la franquicia en busca de los detalles que les permitan dilucidarla. Un hecho no suficientemente aclarado se desprende de esto: en la Federación Unida de Planetas no se utiliza el dinero.
En los episodios originales, filmados a fines de los ’60, se mencionaban escasamente los “Créditos de la Federación”, utilizados en presuntas transacciones monetarias. Con el correr del tiempo, las películas y los nuevos episodios de fines de los ’80 y ’90 hicieron explícita la existencia de una “Nueva Economía Mundial”, inaugurada en el siglo 22, en la cual el dinero “siguió el camino de los dinosaurios”.
La clave de esta economía sería un aparato hipotético llamado “replicador”, capaz de replicar cualquier objeto inanimado a partir de partículas subatómicas, abundantes en el espacio. Sin embargo, un replicador no pude replicar todo ni hacerlo indefinidamente. Además, en Star Trek la mayoría de la gente sigue trabajando. Si no necesita hacerlo… ¿por qué lo hace?
Rick Webb, un trekkie e inversor de Silicon Valley, planteó el modelo económico aplicable a Star Trek más acabado hasta el momento. Lo ha llamado: economía de proto-post escasez. Según esta visión, al ser la energía el principal insumo de la producción, la Federación constituiría un Estado de bienestar llevado a su máxima expresión, el cual administraría la energía que le corresponde consumir a cada persona. Esta cantidad sería lo suficientemente alta como para cubrir con creces las necesidades básicas de los individuos. Sin embargo, el trabajo serviría eventualmente para obtener cuotas extra de energía a consumir.
Pero en el siglo 23 nadie necesita realmente energía extra, y dedica su tiempo a la exploración de mundos desconocidos, al descubrimiento de nuevas vidas y nuevas civilizaciones, viajando temerariamente a donde nadie ha llegado antes…

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